La división global entre una vida más larga y una buena salud
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Personas de todo el mundo viven — pero no necesariamente más saludables — una vida más larga, según una investigación de Mayo Clinic. Un estudio con los 183 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hallado que estos años adicionales de vida están cada vez más asociados con enfermedades. Esta investigación realizada por los Dr. y Ph. D. Andre Terzic y Armin Garmany registra un aumento de la diferencia entre la esperanza de vida y la esperanza de salud. El artículo fue publicado en JAMA Network Open.
“Los datos muestran que los avances en longevidad no acompañan los avances equivalentes a una longevidad saludable. A menudo, envejecer significa más años de vida cargados de enfermedades”, explicó el Dr. Andre Terzic, autor principal del artículo. “Esta investigación tiene importantes implicaciones prácticas y políticas, llamando la atención sobre una amenaza creciente para la calidad de la longevidad y la necesidad de reducir la diferencia entre la esperanza de salud y la esperanza de vida”.
Terzic es director de la Fundación Marriott Family, del Programa Integral de Medicina Regenerativa Cardíaca del Centro para Bioterapéutica Regenerativa en Mayo Clinic y Profesor de Investigación Cardiovascular en la Fundación Marriott Family en Mayo Clinic.
La diferencia entre esperanza de vida y buena salud es la más grande en los EE.UU. #
La esperanza de vida, o longevidad, aumentó de 79,2 a 80,7 años en las mujeres y de 74,1 a 76,3 años en los hombres entre los años 2000 y 2019, según estimaciones de la OMS. La esperanza de buena salud describe la cantidad de años que una persona vive una vida saludable, activa y libre de enfermedades. Sin embargo, el número de años que estas personas vivían de manera saludable no aumentó de manera correspondiente. La diferencia promedio global entre la esperanza de vida y la esperanza de salud fue de 9,6 años en 2019, el último año de estadísticas disponibles. Eso representa un aumento del 13% desde el año 2000.
Los EE.UU. registraron la más grande diferencia media entre la esperanza de vida y la esperanza de salud del mundo, con estadounidenses viviendo, en promedio, 12,4 años con alguna discapacidad o enfermedad. Este aumento de 10,9 años en el año 2000 ocurrió mientras los EE.UU. también registraban el índice más alto de enfermedades crónicas. La salud mental, los trastornos por uso de sustancias y las afecciones musculoesqueléticas fueron los principales contribuyentes a la enfermedad a nivel nacional.
Además, el estudio encontró una diferencia del 25% entre hombres y mujeres a nivel mundial. En los 183 países encuestados, las mujeres experimentaron una diferencia de 2,4 años más entre la esperanza de vida y la esperanza de salud que los hombres. Los trastornos neurológicos, musculoesqueléticos, urinarios y del tracto genital han contribuido al aumento de los años de mala salud entre las mujeres.
“El crecimiento global de la diferencia entre la esperanza de salud y la esperanza de vida apunta a la necesidad de una transición acelerada a sistemas de atención proactivos centrados en el bienestar”, dijo Armin Garmany, autor principal del artículo y estudiante de M.D./Ph.D. en Mayo Clinic Alix School of Medicine y en Mayo Clinic Graduate School of Biomedical Sciences. “Identificar los factores que contribuyen a la diferencia singular de cada región puede ayudar a basar las intervenciones específicas en la atención a la salud de cada país y región.”
Investigación sobre la esperanza de salud #
El equipo de investigación de Mayo Clinic estudió las estadísticas del Observatorio Mundial de la Salud de la OMS. Ese estudio transversal proporcionó datos sobre la esperanza de vida, la esperanza de vida ajustada a la salud, los años vividos con alguna enfermedad y los años de vida perdidos entre los Estados miembros. La diferencia entre la esperanza de salud y la esperanza de vida de cada Estado miembro se calculó restando la esperanza de vida ajustada a la salud de la esperanza de vida.
El equipo de investigación recomendó una investigación adicional de las características demográficas, de salud y económicas para definir mejor los patrones de las enfermedades que están dando forma a las disparidades entre la esperanza de vida y la esperanza de salud. _El financiamiento para el artículo fue proporcionado por la Fundación Marriott Family, por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) (R01 HL134664), y por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales (T32 GM 145408).
- El paper Global Healthspan-Lifespan Gaps Among 183 World Health Organization Member States, fue publicado en JAMA Network Open
English version #
The global divide between longer life and good health #
This article was published on Mayo Clinic news, signed by Susan Buckles on December 11, 2024
People around the globe are living longer — but not necessarily healthier — lives, according to Mayo Clinic research. A study of 183 World Health Organization (WHO) member countries found those additional years of life are increasingly fraught with disease. This research by Andre Terzic, M.D., Ph.D., and Armin Garmany documents a widening gap between lifespan and healthspan. Their paper is published in JAMA Network Open.
“The data show that gains in longevity are not matched with equivalent advances in healthy longevity. Growing older often means more years of life burdened with disease,” says Dr. Terzic, senior author. “This research has important practice and policy implications by bringing attention to a growing threat to the quality of longevity and the need to close the healthspan-lifespan gap.”
Dr. Terzic is the Marriott Family Director, Comprehensive Cardiac Regenerative Medicine for the Mayo Clinic Center for Regenerative Biotherapeutics and Marriott Family Professor of Cardiovascular Research at Mayo Clinic.
Lifespan-healthspan gap largest in the U.S. #
Life expectancy, or lifespan, increased from 79.2 to 80.7 years in women and from 74.1 to 76.3 years in men between 2000 and 2019, according to WHO estimates. Healthspan describes the number of years a person has lived a healthy, active, disease-free life. However, the number of years those people were living in good health did not correspondingly increase. The average global gap in lifespan versus healthspan was 9.6 years in 2019, the last year of available statistics. That represents a 13% increase since 2000.
The U.S. recorded the world’s highest average lifespan-health span divide, with Americans living 12.4 years on average with disability and sickness. This increase from 10.9 years in 2000 comes as the U.S. also reported the highest burden of chronic disease. Mental health, substance use disorders and musculoskeletal conditions were the key contributors to illness nationally.
In addition, the study found a 25% gender disparity worldwide. Across 183 surveyed countries, women experienced a 2.4-year larger gap in lifespan versus healthspan than men. Neurological, musculoskeletal, urinary and genital tract disorders contributed to extended years of poor health among women.
“The widening healthspan-lifespan gap globally points to the need for an accelerated pivot to proactive wellness-centric care systems,” says Armin Garmany, first author and an M.D./Ph.D. student in Mayo Clinic Alix School of Medicine and Mayo Clinic Graduate School of Biomedical Sciences. “Identifying contributors to the gap unique to each geography can help inform healthcare interventions specific to each country and region.”
Healthspan research #
The Mayo Clinic research team studied statistics from the WHO Global Health Observatory. This cross-sectional study provided data on life expectancy, health-adjusted life expectancy, years lived with disease and years of life lost among member states. The healthspan-lifespan gap for each member state was calculated by subtracting health-adjusted life expectancy from life expectancy.
The research team recommends additional exploration of demographic, health and economic characteristics to better define the disease patterns that are shaping the lifespan-healthspan disparities. _Funding for the paper was provided by the Marriott Family Foundation, National Institutes of Health (NIH) (R01 HL134664) and National Institute of General Medical Sciences (T32 GM 145408).