¿Más bolsas plásticas pese a la prohibición?
El estudio se refiere a lo sucedido en ciudades de Estados Unidos, sobre la prohibición de entrega gratuita de bolsas plásticas para transportar productos comprados en supermercados, almacenes, verdulerías y demás. ¿Lo descripto aquí también se replicó en otras partes del mundo?
Las regulaciones impuestas para proteger el medio ambiente pueden seguir teniendo impactos incluso después de ser derogadas. Y esos impactos persistentes incluyen algunos que van en contra de los objetivos de las políticas.
Estos son los hallazgos de un estudio publicado en el Journal of Marketing Research, en coautoría del profesor de Marketing de UC Riverside, Hai Che, que examinó las políticas para reducir el uso de bolsas de plástico de un solo uso en tiendas de comestibles y otros puntos de venta minorista en Austin y Dallas, Texas, políticas que luego fueron derogadas.
Llamativamente, los comportamientos estimulados por las reglas sobre las bolsas de plástico continuaron después de que ya no tenían vigencia. Y algunos impactos no fueron beneficiosos para el medio ambiente.
Hai Che y sus coautores encontraron un aumento en las ventas de bolsas de plástico después de que las autoridades prohibieron a las tiendas regalar bolsas de plástico para llevar alimentos a casa. Cuantificaron las ventas de bolsas de plástico analizando los datos de los escáneres de códigos de barras sobre las compras de los consumidores.
“Esperábamos efectos positivos, como que los clientes sean más conscientes del medio ambiente y consuman menos productos de plástico o papel de un solo uso”, señaló Che, profesor asociado de la Escuela de Negocios de la UCR. “Pero eso no es lo que sucedió en los datos. La gente terminó comprando más plástico”.
Che agregó que “el cliente de la tienda había estado reutilizando las bolsas de comestibles gratuitas como bolsas para contenedores de basura domésticos”.
Sin embargo, las reglas sobre bolsas probablemente también cambiaron el comportamiento de los consumidores de manera positiva, como que las personas adquirieron el hábito de usar bolsas de lona o de arpillera reutilizables para las compras diarias, aunque esos datos no estaban disponibles para los investigadores, dijo Che.
El estudio encontró que cuanto más tiempo está vigente una política, más persisten los comportamientos estimulados por ella.
El Ayuntamiento de Dallas había impuesto una tarifa de 5 centavos por bolsas de un solo uso durante cinco meses en 2015 antes de derogar la tarifa cuando la ciudad enfrentó demandas de fabricantes de bolsas de plástico. Cuando las bolsas gratuitas volvieron a estar disponibles, las ventas de bolsas de plástico inicialmente disminuyeron drásticamente y regresaron a los niveles anteriores a la política después de 13 meses.
El Concejo Municipal de Austin prohibió las bolsas de un solo uso para llevar en 2013, y la política se mantuvo vigente durante cinco años hasta 2018, cuando la Corte Suprema de Texas anuló tales prohibiciones en todo el estado cuando se pronunció sobre un caso sobre una prohibición de bolsas similar en Laredo. Después de la derogación, el efecto remanente de las compras de bolsas de plástico disminuyó gradualmente y no volvió a la línea de base previa a la política después de 18 meses, que fue el final del período de análisis de los investigadores. De hecho, el efecto de arrastre se mantuvo un 38,6% por encima del valor de referencia incluso al final del análisis.
_Para evaluar el impacto ambiental neto, el equipo de investigación realizó un “análisis de equilibrio” para determinar si la política de bolsas de plástico, a pesar de los efectos secundarios negativos, finalmente redujo los desechos plásticos. Calcularon cuántas bolsas de supermercado menos de un solo uso necesitarían usar los consumidores para compensar las bolsas de basura adicionales compradas debido a la política. En Dallas, los consumidores necesitarían usar una bolsa menos cada siete viajes, mientras que en Austin, sería una bolsa menos cada cinco viajes para alcanzar el equilibrio en términos de impacto ambiental.
“Curiosamente, incluso una ligera reducción en el uso de bolsas de supermercado puede compensar el mayor consumo de plástico de las bolsas de basura”, dijo Che. “Esto sugiere que estas políticas aún podrían beneficiar al medio ambiente en general, incluso cuando sean derogadas”.
El título del estudio es “¿Estamos peor después de la derogación de políticas? Evidencia de dos políticas verdes” -“ Are We Worse Off After Policy Repeals? Evidence from Two Green Policies.”-. Además de Che, los autores son Dinesh Puranam de la Escuela Marshall de Negocios de la Universidad del Sur de California, Sungjin Kim de la Escuela de Negocios Rutgers de la Universidad de Rutgers y Jihoon Hong de W.P. Escuela de Negocios Carey de la Universidad Estatal de Arizona.
El estudio contribuye a un creciente conjunto de conocimientos sobre las consecuencias no deseadas de las políticas ambientales y ofrece conocimientos aplicables más allá del uso de bolsas de plástico, afirmó Che.
“Si bien nuestro estudio se centró en las bolsas de plástico, se han documentado efectos indirectos similares en políticas dirigidas a bebidas azucaradas, eficiencia energética e incentivos de salud”, dijo Che. “En cada caso, los comportamientos que no fueron abordados directamente por la política (como comprar más bocadillos azucarados cuando los refrescos están gravados) pueden contrarrestar o incluso socavar los objetivos principales de la política”.
- El artículo Plastic bag bans have lingering impacts, even after repeals, con la firma de David Danelski, fue publicado en la sección de noticias de UC Riverside
