Advierten que en un mundo que se calienta, necesitamos saber más sobre las protecciones contra las enfermedades transmitidas por mosquitos

Nadie está a salvo de las epidemias, especialmente aquellas vinculadas a los mosquitos, en un momento importante del calentamiento global. Así lo demuestra la hospitalización del Dr. Anthony Fauci, ex director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, a causa del virus del Nilo Occidental –y su relato de esta semana en el New York Times– han ayudado a aumentar la conciencia pública sobre los peligros de las enfermedades transmitidas por mosquitos, que pueden ir desde el Zika y la malaria hasta el _dengue y el virus del Nilo Occidental.

Según informan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, “los inviernos suaves, las primaveras tempranas y las temperaturas más cálidas están dando a los mosquitos y las garrapatas más tiempo para reproducirse, propagar enfermedades y expandir sus hábitats por todo Estados Unidos”. Y esto es una advertencia global, porque tales condiciones climáticas se replican o se dan exacerbadas por el cambio climático en todo el mundo. Así, las epidemias provocadas por virus transmitidos por mosquitos están ocurriendo con una frecuencia cada vez mayor, en parte debido al cambio climático -y quienes divulgamos información, debemos ser conscientes y asertivos en advertir que el calentamiento global es real, y seguirá intensificándose.

Desde el inicio al final del artículo, el material fue realizado por The Annenberg Public Policy Center of the University of Pennsylvania.

Según los CDC, hasta el 1° de octubre último se habían notificado 880 casos de virus del Nilo Occidental en Estados Unidos en lo que va del año, y el virus del Nilo Occidental sigue siendo la principal causa de enfermedad viral transmitida por insectos en Estados Unidos. El virus del Nilo Occidental no es la única enfermedad transmitida por mosquitos que ocupa los titulares, con mayor asiduidad. Este mes, los funcionarios de salud pública de California advirtieron sobre una propagación “sin precedentes” del dengue. En agosto, un hombre de New Hampshire murió a causa de encefalitis equina del este o EEE. La cadena de noticias CNN resumió la situación de esta manera: “Este verano ha traído una oleada de advertencias sobre casos de enfermedades transmitidas por mosquitos, incluida la malaria, el dengue y la encefalitis equina del este”.

Sin embargo, muy pocos (15%) entre los estadounidenses -¿el porcentaje se replicará en otros lugares del mundo?- se preocupan de que ellos o sus familias contraigan dengue o el virus del Nilo Occidental durante los próximos tres meses, según la última encuesta sobre conocimientos de salud del Centro de Políticas Públicas Annenberg (APPC). Este sondeo que se hizo a nivel nacional en EE.UU. a más de 1.700 adultos estadounidenses, fue realizada entre mediados y fines de septiembre. Concluyó que el conocimiento público sobre estas enfermedades transmitidas por mosquitos y cómo prevenirlas es irregular.

“Como nos recuerda la experiencia del Dr. Fauci”, dijo Kathleen Hall Jamieson, directora del Centro de Políticas Públicas de Annenberg y directora de la encuesta, “no es necesario viajar a lugares exóticos para entrar en contacto con mosquitos capaces de causar enfermedades graves. Es posible que estén al acecho en nuestro propio patio trasero”.

Formas de contraer el dengue y el virus del Nilo Occidental

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Mosquito infectado (sí): Las personas pueden infectarse con el dengue o el virus del Nilo Occidental a través de la picadura de un mosquito Aedes infectado. Casi tres cuartas partes (74%) de los encuestados saben que los científicos creen que es probable que una persona se infecte con estos virus a través de este vector.

Estornudos y tos (no): Muchas personas no están seguras de si los científicos creen que alguien puede infectarse con el dengue o el virus del Nilo Occidental al estornudar o toser sobre él una persona infectada con los virus. Las personas no se infectan de esta manera, dice el CDC, pero sólo un tercio (34%) dice que los científicos creen que es poco probable que las personas puedan contraerlo de esta manera. Una cuarta parte (26%) piensa, incorrectamente, que los científicos creen que esta es una forma de infectarse y el 39% no está seguro.

Conocimiento de los síntomas del virus del Nilo Occidental

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A pesar de que la mayoría de las personas saben que pueden contraer dengue o el virus del Nilo Occidental a través de la picadura de un mosquito, muchas desconocen los síntomas de este virus. Cuando se les presentó una lista de síntomas, tanto verdaderos como falsos, menos de la mitad seleccionó los síntomas del virus del Nilo Occidental identificados por los CDC.

Porcentaje de personas que señalaron estos síntomas del virus del Nilo Occidental identificados por los CDC:

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• 42 % fiebre
• 37 % dolor muscular y articular
• 36 % dolor de cabeza
• 29 % náuseas y vómitos
• 22 % sarpullido

Porcentaje de quienes eligieron incorrectamente estos síntomas, que no son del virus del Nilo Occidental

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• 28 % mareos o aturdimiento
• 11 % dolor sostenido, redundante o indoloro.

Creencias sobre el contagio del dengue y el virus del Nilo Occidental

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Los científicos están utilizando mosquitos modificados genéticamente (GM) para controlar la población de mosquitos en algunas partes del mundo, entre ellas Brasil, Panamá y la India. Estos mosquitos GM se producen de modo que las crías hembras no sobrevivan hasta la edad adulta, lo que limita el tamaño de la población y ayuda a minimizar la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos.

En el sondeo mencionado, pocos encuestados (16%) creen que los mosquitos modificados genéticamente han causado brotes de dengue, mientras que el 36% sabe correctamente que esto es falso y el 48% no está seguro. Más personas creen que los mosquitos modificados genéticamente podrían ser útiles para minimizar la propagación de los virus del dengue: el 36% dice que esta afirmación es verdadera y el 16% dice que es falsa. Al igual que con los efectos negativos del mosquito modificado genéticamente, el 48% no está seguro de si esto es cierto o falso.

Según los CDC, el mosquito Aedes, que transmite el virus del dengue, no se encuentra en todos los estados del territorio continental de Estados Unidos. Sin embargo, casi 4 de cada 10 personas (38%) creen incorrectamente que estos mosquitos se pueden encontrar en todos los estados del territorio continental de Estados Unidos. Más de una quinta parte (22%) afirma correctamente que esa afirmación es falsa y el 40% no está seguro.

• Prevención del dengue y del virus del Nilo Occidental: Casi 8 de cada 10 (79%) creen correctamente que la mejor defensa contra el dengue y el virus del Nilo Occidental es prevenir las picaduras de mosquitos y controlar los mosquitos dentro o alrededor del hogar, mientras que el 17% no está seguro y el 4% cree que esa afirmación es falsa.

• Tratamiento antiviral: Actualmente no existe ningún tratamiento antiviral para el dengue o el virus del Nilo Occidental. Sólo una cuarta parte (23%) sabe que esto es cierto, el 15% cree que es falso y la mayoría (62%) no está segura.

¿Cuáles son las precauciones contra las picaduras de mosquitos?

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Los CDC recomiendan a las personas que tomen medidas para protegerse de las picaduras de mosquitos que pueden enfermarlas. En la encuesta, aproximadamente 6 de cada 10 personas (59%) dicen que toman precauciones rutinariamente para evitar las picaduras de mosquitos en cualquier época del año, significativamente menos que los aproximadamente dos tercios (67%) que lo dijeron en una encuesta de APPC realizada en el verano de 2016 durante el brote de Zika. Más de un tercio (37%) dice que no toma precauciones rutinariamente.

Entre quienes dicen que, actualmente, toman rutinariamente tales precauciones hoy en día, se les pidió a cada uno que indicara cuál es la lista de acciones que siguen:

• La precaución que la mayoría dice tomar para evitar las picaduras de mosquitos es eliminar el agua estancada (80%), seguida de usar repelente de insectos (72%). Ambos porcentajes se mantienen respecto a la última vez que se consultó sobre ellos, en julio de 2016.

• Siete de cada diez (70%) evitan actividades o áreas que los pondrían en contacto con mosquitos, un aumento significativo respecto del 63% que señaló esto en julio de 2016.

• El 64% afirmó que reemplaza o repara rutinariamente las mallas mosquiteras, cifra sin cambios desde julio de 2016.

• El 57% dice que usa camisas de manga larga u otra ropa protectora al aire libre, una cifra significativamente mayor que el 52% que informó hacerlo en julio de 2016.

• Pocos (12%) utilizan habitualmente mosquiteros, aproximadamente la misma cifra que en julio de 2016.

Uso del repelente de insectos encima del protector solar

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• El repelente de insectos es una de las principales formas de prevenir las picaduras de mosquitos, pero cuando se está al aire libre bajo el sol, también es importante aplicar protector solar para protegerse de los dañinos rayos ultravioleta (UV). Preguntamos a los encuestados cuál es la forma correcta de aplicar el repelente de insectos y el protector solar juntos, según recomiendan los CDC.

• En general, aproximadamente 3 de cada 10 encuestados (29%) saben correctamente que los CDC recomiendan que uno se ponga protector solar y lo deje secar antes de ponerse repelente de insectos. Muy pocos (5%) dicen que los CDC recomiendan lo contrario (primero el repelente de insectos y luego el protector solar) y el 16% piensa que la guía de los CDC es que no importa en qué orden se ponga el protector solar y el repelente de mosquitos, pero que debe usar ambos si se encuentra en un área con mosquitos. Ambas respuestas contradicen lo que recomiendan los CDC. La mitad (50%) no está segura de lo que recomiendan los CDC al respecto.

Aplicar repelente de insectos en la piel expuesta, no debajo de la ropa

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• Los CDC recomiendan a las personas no aplicar repelente de insectos en la piel por debajo de la ropa. Sólo el 13% sabe que esto es lo que recomiendan los CDC. Casi la mitad en total dice que los CDC recomiendan que las personas se pongan repelente de insectos en el cuerpo y luego se pongan ropa sobre las áreas protegidas por el repelente (19 %) o que los CDC dicen que no importa si se pone repelente debajo de la ropa (29 %), pero uno debe usar repelente de insectos si está en un área con mosquitos. Cuatro de cada 10 (39 %) no están seguros de lo que recomiendan los CDC al respecto.

No aplicar repelente de insectos en bebés pequeños

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• Poco más de la mitad de los encuestados (52%) indicó, correctamente, que los CDC recomiendan que no se debe usar repelente de insectos en bebés de menos de 2 meses, sino que se les debe vestir con ropa que cubra sus brazos y piernas y colocarles mosquiteros sobre sus cunas, cochecitos y portabebés. Menos de la mitad (45%) dice que no está segura de la recomendación de los CDC para aplicar repelente de insectos a un bebé. El tres por ciento piensa incorrectamente que los CDC recomiendan que se pueda usar repelente de insectos en bebés menores de 2 meses, lo cual no es recomendado por los CDC.

Utilizar un repelente de insectos registrado por la EPA

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Los CDC recomiendan que se procuren un repelente de insectos que esté registrado en la EPA, un hecho que poco más de 1 de cada 5 personas (21%) conoce. Casi un tercio de los encuestados (29%) piensa que la recomendación de los CDC sobre repelentes de insectos es usar un producto con más del 50% de DEET, mientras que el 6% cree que los CDC recomiendan buscar un repelente de insectos que diga que es natural. Una pluralidad (43%) no está segura de lo que recomiendan los CDC sobre esta cuestión.

El DEET es el ingrediente activo de muchos repelentes de insectos. Si bien los productos con concentraciones más altas de DEET pueden durar más, los CDC dicen que los productos que contienen 50% o más de DEET no brindan mejor protección que aquellos con una concentración menor de DEET.

Encuesta ASAPH del Centro de Políticas Públicas de Annenberg

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Los datos de la encuesta provienen de la 21ª ola de un panel representativo a nivel nacional de 1.744 adultos estadounidenses realizado para el Centro de Políticas Públicas Annenberg por SSRS, una empresa independiente de investigación de mercado. La mayoría han sido reunidos en paneles desde abril de 2021. Para tener en cuenta el desgaste, se agregaron pequeñas muestras de reposición con el paso del tiempo utilizando un diseño de muestreo probabilístico aleatorio. La reposición más reciente, en septiembre de 2024, añadió 360 encuestados a la muestra. Esta ola de la encuesta Annenberg Science and Public Health Knowledge (ASAPH) se realizó del 13 al 22 de septiembre y del 26 al 30 de septiembre de 2024. El margen de error de muestreo (MOE) es de ± 3,5 puntos porcentuales con un nivel de confianza del 95 %. Todas las cifras se redondean al número entero más cercano y no pueden sumar 100%. Es posible que las subcategorías combinadas no se sumen a los totales en la línea superior y el texto debido al redondeo.

El análisis de datos para el comunicado de prensa reproducido aquí fue realizado por Ken Winneg, Ph.D., director general de investigación de encuestas de APPC. Además de Jamieson y Winneg, el equipo del Centro de Políticas Públicas de Annenberg en la encuesta de conocimientos sobre ciencia y salud pública de Annenberg (ASAPH) está compuesto por los analistas de datos de APPC Laura Gibson, Ph.D., Shawn Patterson Jr., Ph.D., y Patrick E. Jamieson, Ph.D., director del Instituto Annenberg de Comunicación de Riesgos y Salud de APPC. El ASAPH Knowledge Monitor es un proyecto del Instituto Annenberg de Comunicación de Riesgos y Salud de APPC, que está financiado por una donación establecida para él por la Fundación Annenberg.

El Centro de Políticas Públicas de Annenberg se estableció en 1993 para educar al público y a los responsables políticos sobre el papel de la comunicación en el avance de la comprensión pública de las cuestiones políticas, científicas y de salud a nivel local, estatal y federal en Estados Unidos.

Importante

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• El artículo In a Warming World, Public Needs to Know More About Protections From Mosquito-Borne Illnesses, fue publicado el 8 de octubre en el sitio web del Annenberg Public Policy Center de la Universidad de Pennsylvania

• Aquí puede acceder al relato del doctor Fauci y su experiencia con el virus del Nilo Occidental.

• Puede descargar la encuesta sobre conocimiento público sobre enfermedades transmitidas por mosquitos y su prevención.

Algunas instituciones vinculadas a la salud pública en Argentina que trabajan en la investigación y tratamiento de enfermedades vinculadas a mosquitos

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• Instituto Nacional de Epidemiología (INE): Se enfoca en la investigación, prevención y control de enfermedades, incluyendo las transmitidas por mosquitos como la enfermedad de Chagas, el dengue y la fiebre amarilla.

• Instituto Nacional de Medicina Tropical (INME): Es un centro de investigación y referencia en el campo de la medicina tropical, con énfasis en la prevención y control de enfermedades tropicales y vector-borne.

• Instituto de Medicina Tropical y Salud Internacional (IMTSI): Es una institución académica y de investigación que se enfoca en la salud global y las enfermedades tropicales, incluyendo las transmitidas por mosquitos. IMTSI colabora con instituciones nacionales e internacionales para desarrollar estrategias de prevención y control de enfermedades.

• Centro Nacional de Entomología Médica (CENEM): Es un centro de investigación y referencia en entomología médica, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. CENEM se enfoca en el estudio de los vectores de enfermedades, incluyendo mosquitos, y desarrolla estrategias para controlar y prevenir la transmisión de enfermedades como la dengue y la fiebre amarilla.

• Si bien se trata de un sondeo relacionado con Estados Unidos, es posible obtener información sobre cuán equivocados, acertados estamos respecto a enfermedades vinculadas a mosquitos.