La NASA decidió que Starliner regrese a Tierra sin su tripulación

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La NASA decidió que la nave espacial Starliner de Boeing regresará a la superficie terrestre sin los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams a bordo, hasta febrero de 2025, según anunció la agencia hoy. La decisión, según se dijo, permitirá a la NASA y Boeing continuar recopilando datos de prueba en Starliner durante su próximo vuelo a casa, sin aceptar más riesgos de los necesarios para los tripulantes.

Wilmore y Williams, que volaron a la Estación Espacial Internacional en junio a bordo del Boeing Crew Flight Test de la NASA, según se indicó, han estado ocupados apoyando la investigación, el mantenimiento y las pruebas del sistema Starliner y el análisis de datos de la Estación, entre otras actividades que compartieron con sus colegas en la órbita baja de la Tierra.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, el primero a la izquierda, y otros funcionarios durante la conferencia de prensa en vivo que brindaron este sábado 24 de agosto de 2024 en el Centro Espacial Johnson de la agencia en Houston, donde anunciaron que Starliner, de Boeing regresará sin la tripulación que llevó a la Estación en junio pasado. Crédito de la imagen: NASA

“Los vuelos espaciales son riesgosos, incluso en su forma más segura y rutinaria. Un vuelo de prueba, por naturaleza, no es seguro ni rutinario. La decisión de mantener a Butch y Suni a bordo de la Estación Espacial Internacional y traer a casa el Starliner de Boeing sin tripulación es el resultado de nuestro compromiso con la seguridad: nuestro valor fundamental y nuestra Estrella del Norte. Estoy agradecido a los equipos de la NASA y de Boeing por todo su increíble y detallado trabajo”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson.

Wilmore y Williams continuarán su trabajo formalmente como parte de la tripulación de la Expedición 71/72 hasta febrero de 2025. Volarán a casa a bordo de una nave espacial Dragón con otros dos miembros de la tripulación asignados a la misión SpaceX Crew-9 de la agencia. Se espera que Starliner se desacople de la Estación Espacial y realice un reingreso y aterrizaje autónomo, seguro y controlado a principios de septiembre próximo.

La NASA y Boeing identificaron fugas de helio y experimentaron problemas con los propulsores de control de reacción de la nave espacial el 6 de junio cuando Starliner se acercaba a la Estación Espacial. Desde entonces, los equipos de ingeniería hicieron la revisión de una recopilación de datos, realizaron: pruebas simuladas de vuelo y en tierra, revisiones independientes con expertos en propulsión de la NASA y diseñaron varios planes de contingencia de regreso. El asunto es que la incertidumbre y la falta de concurrencia de expertos no cumplen con los requisitos de seguridad y desempeño de la agencia para los vuelos espaciales tripulados, lo que llevó a los líderes de la NASA a trasladar a los astronautas a la misión Crew-9.

“Decisiones como esta nunca son fáciles, pero quiero felicitar a nuestros equipos de la NASA y Boeing por su exhaustivo análisis, las discusiones transparentes y el enfoque en la seguridad durante la prueba de vuelo de la tripulación”, expresó Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la NASA. “Hemos aprendido mucho sobre la nave espacial durante su viaje a la Estación y sus operaciones de acople. También continuaremos recopilando más datos sobre Starliner durante el regreso sin tripulación y mejoraremos el sistema para futuros vuelos a la Estación Espacial”.

Los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams cuando posaban el 13 de junio pasado para un retrato dentro del vestíbulo entre el puerto delantero del módulo Harmony de la Estación Espacial Internacional y la nave espacial Starliner de Boeing. Crédito de la imagen: NASA

Starliner fue diseñado para operar de forma autónoma y anteriormente realizó dos vuelos sin tripulación. La NASA y Boeing trabajarán juntos para ajustar la planificación del final de la misión y los sistemas de Starliner para prepararse para el regreso sin tripulación en las próximas semanas. Starliner debe regresar a la Tierra antes del lanzamiento de la misión Crew-9 para garantizar que haya un puerto de atraque disponible en el complejo orbital.

“Starliner es una nave espacial muy capaz y, en última instancia, esto se reduce a la necesidad de un mayor nivel de certeza para realizar un regreso tripulado”, dijo Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA. “Los equipos de la NASA y Boeing han completado una enorme cantidad de pruebas y análisis, y esta prueba de vuelo proporciona información crítica sobre el desempeño de Starliner en el espacio. Nuestros esfuerzos ayudarán a prepararse para el regreso sin tripulación y beneficiarán enormemente las futuras acciones correctivas para la nave espacial”.

El Programa de Tripulación Comercial de la NASA requiere que las naves espaciales realicen un vuelo de prueba con tripulación para demostrar que el sistema está listo para vuelos regulares hacia y desde la estación espacial. Tras el regreso de Starliner, la agencia revisará todos los datos relacionados con la misión para informar qué acciones adicionales se requieren para cumplir con los requisitos de certificación de la NASA.

Debe recordarse que la agencia aeroespacial rusa, Roscosmos, advirtió a la NASA que sus cosmonautas no se sumarían a los vuelos de Starliner hasta que hubiera una certificación de seguridad. Y esto no ocurrirá hasta bien entrado el año venidero.

La misión SpaceX Crew-9 de la agencia, originalmente programada con cuatro tripulantes, será lanzada no antes del martes 24 de septiembre. La agencia brindará más información sobre qué cambios habrá con Crew-9 cuando decanten los detalles de esta situación compleja.

Agenda ocupada
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Actualmente, la NASA y SpaceX están trabajando en varios elementos antes del lanzamiento, incluida la reconfiguración de los asientos de la misión Crew-9 Dragon y el ajuste del manifiesto para transportar carga adicional, efectos personales y trajes espaciales específicos de Dragon para Wilmore y Williams. Además, la NASA y SpaceX ahora utilizarán nuevas instalaciones en el Complejo de Lanzamiento Espacial-40 en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida para lanzar Crew-9, lo que proporciona una mayor flexibilidad operativa en torno al lanzamiento planeado de la misión Europa Clipper con la NASA.

La misión Crew-9 será la novena misión rotativa a la Estación Espacial bajo el Programa de Tripulación Comercial de la NASA, que trabaja con la industria aeroespacial estadounidense para alcanzar el objetivo de un transporte seguro, confiable y rentable hacia y desde el puesto orbital con cohetes y naves espaciales fabricados y lanzados desde suelo estadounidense. Luego de haber desestimado a Northrop Grumman por el Starliner de Boeing, la NASA encargó a la primera un carguero espacial que llevara provisiones, experimento, entre otros bienes, a la Estación Espacial Internacional. Precisamente, días atrás, ese carguero espacial dejó la EEI y reingresó a la atmósfera terrestre, donde se desintegró.

Por más de dos décadas, distintas tripulaciones han vivido y trabajado continuamente a bordo de la Estación Espacial Internacional, en el desarrollo de conocimiento científico y nuevas tecnologías, de una manera que no es posible en la superficie de la Tierra. La Estación es un banco de pruebas fundamental para que la NASA -y otras agencias -la Agencia Espacial Europea, Roscosmos, la Agencia Espacial Canadiense, la Agencia Aeroespacial de Japón (JAXA)- superen los desafíos de los vuelos espaciales de larga duración y amplíen las oportunidades comerciales en la órbita terrestre baja. Mientras las empresas privadas se centran en proporcionar servicios y destinos de transporte espacial humano como parte de una sólida economía de órbita terrestre baja, la campaña Artemisa de la NASA está en marcha en la Luna, donde la agencia se está preparando para la futura exploración humana de Marte. Y allí también hay algunos problemas, como lo demostró la decisión de descartar -pese al costo de varios millones de dólares- una rover que ya había sido terminada, para ser utilizada en la superficie lunar.

La otra cuestión es, precisamente, qué impacto tendrá en las acciones de Boeing, lo ocurrido con Starliner.

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