El santuario subterráneo, a aproximadamente una hora y media en automóvil de Pompeya, fue descubierto originalmente en 1954 e incluía varios frascos de bronce que contenían una sustancia pegajosa de color marrón anaranjado. En aquel entonces, los arqueólogos asumieron que el residuo era miel, ya que esta era una sustancia importante en el mundo antiguo, que a menudo se dejaba en los santuarios como ofrendas a los dioses o se enterraba junto a los muertos. Sin embargo, a lo largo de 30 años, tres equipos diferentes analizaron el residuo, pero no lograron confirmar la presencia de miel. En cambio, concluyeron que los frascos contenían algún tipo de grasa animal o vegetal contaminada con polen y partes de insectos.
En el nuevo estudio que se da a conocer ahora, los investigadores utilizaron un conjunto de técnicas analíticas modernas, incluyendo espectrometría de masas para proteínas y análisis de composición de moléculas pequeñas, para determinar su composición molecular. _Este enfoque integrado permitió la identificación de azúcares, ácidos orgánicos y proteínas de jalea real que habrían permanecido sin detectar al utilizar un único método. Los resultados demostraron que el antiguo residuo tenía una huella química casi idéntica a la cera de abejas moderna y similar a la miel moderna. Se obtuvieron más conocimientos al comparar los resultados obtenidos para el residuo con los resultados de los análisis de muestras de panales modernos y simulaciones experimentales de panales degradados.
“Esta investigación es un recordatorio de que las colecciones arqueológicas poseen un potencial científico sin explotar y de cómo se puede revelar nueva información cuando se combinan técnicas analíticas modernas y colaboraciones multidisciplinarias”. -Dra. Luciana da Costa Carvalho, co-directora del proyecto-
“La aplicación de múltiples técnicas analíticas fue clave para el éxito de este estudio. Mediante la aplicación de diversos enfoques espectroscópicos y de espectrometría de masas, pudimos obtener una visión completa de la composición molecular del residuo, lo que nos permitió distinguir entre contaminantes, productos de degradación y biomarcadores originales”. -Profesor James McCullagh, director del Centro de Investigación de Espectrometría de Masas del Departamento de Química de Oxford, quien codirigió el proyecto-.
“El punto de inflexión del proyecto llegó con la identificación de las principales proteínas de la jalea real, todas específicas de las secreciones de las abejas. Nuestros resultados demuestran el poder de la proteómica ascendente combinada con la metabolómica en la investigación de muestras arqueológicas”. -Coautora Elisabete Pires-
La última cena #
El estudio fue posible gracias a una estrecha colaboración entre el Museo Ashmolean de la Universidad de Oxford y el Parque Arqueológico de Pompeya. La Dra. Kelly Domoney, directora de Ciencias del Patrimonio del Museo Ashmolean, quien codirigió el estudio, explicó que «en la preparación para la exposición «La Última Cena en Pompeya» en el Museo Ashmolean en 2019, nuestros colegas del Parque Arqueológico de Paestum y Veila realizaron generosamente varios préstamos importantes y de alto perfil, incluida una hidria de bronce griega del Heroon y su contenido orgánico. Se nos permitió una oportunidad única de volver a analizar esos contenidos utilizando instrumentación moderna en la Universidad».
Pavas para calentar agua #
El coautor, Dr. Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya y exdirector del Parque Arqueológico de Paestum y Velia, afirmó que «la aplicación de análisis químicos y científicos para extraer información nueva y detallada de los artefactos existentes nos permite adoptar un enfoque más informado y matizado para comprender las vidas y los rituales de las sociedades pasadas, y todo ello a partir del material que ya llena los estantes de las colecciones de todos los museos arqueológicos».
Cita #
-
El estudio “A Symbol of Immortality: Evidence of Honey in Bronze Jars Found in a Paestum Shrine Dating to 530-510 BCE” (Un símbolo de inmortalidad: evidencia de miel en jarras de bronce halladas en un santuario de Paestum que datan del 530-510 a. C.) fue publicado en la revista de la American Chemical Society. Autores: Luciana da Costa Carvalho, Elisabete Pires, Kelly Domoney, Gabriel Zuchtriegel & James S. O. McCullagh.
-
El artículo Oxford chemists identify honey offering in a 2,500-year-old shrine fue publicado en el sitio web de Química de la Universidad de Oxford
Contacto [Notaspampeanas](mailto: notaspampeanas@gmail.com)