Ayer por la noche, al cumplirse 25 años de la muerte de René Favaloro, comenzó a desarrollarse un emotivo homenaje en la fachada del nuevo Hospital de Complejidad Creciente de Santa Rosa, que lleva su nombre.
La actividad incluye una intervención artística mediante la técnica de mapping, que es un sistema de proyección no plana que permite adaptar imágenes a las formas y volúmenes arquitectónicos del edificio, generando una experiencia visual inmersiva.
La proyección que se desplegó ayer, entre las 20:00 y las 22:00, podrá verse también hoy en la fachada del Hospital de Complejidad Creciente erigido en la calle Raúl B. Díaz, y se realiza por iniciativa de la Subsecretaría de Medios del Gobierno de La Pampa, que depende de la Secretaría General de la Gobernación, en colaboración con el Ministerio de Salud.
En la intervención pueden verse imágenes de la vida del prestigioso cardiocirujano argentino y de su recorrido en la atención médica, reflejando no sólo sus aportes a la ciencia y la salud, sino también su profundo compromiso ético y humano. El homenaje pampeano busca mantener viva su memoria, acercando su figura a la comunidad como un símbolo de vocación, entrega y amor por la medicina.
Su imborrable paso por La Pampa #
La carrera de René Favaloro está íntimamente ligada a La Pampa, porque su primera experiencia en la medicina la desarrolló en la localidad de Jacinto Aráuz, donde vivió y asistió a la comunidad durante 12 años, antes de viajar a los Estados Unidos para especializarse en cirugía cardiovascular.
El médico, nacido en las afueras de La Plata, que fue el inventor de la técnica de by-pass quirúrgico, llegó a La Pampa por invitación de su tío, Arturo Cándido Favaloro, residente en Jacinto Aráuz. Por entonces tenía 26 años y acababa de graduarse.
Favaloro siempre resaltó el profundo significado que tuvo en su vida la experiencia pampeana: “Fue una etapa fundamental de mi carrera, porque como médico rural aprendí el profundo sentido social de la vida”, aseguraba el médico, para quien su paso por La Pampa dejó una huella imborrable. Recíprocamente, la Provincia siempre lo tiene presente por su sapiencia y amor al prójimo.
Así, en reconocimiento a esas virtudes que abrevaban en lo sanmartiniano, la solidaridad y el apego al trabajo, el Gobierno pampeano no dudó en imponer el nombre del profesional al centro de alta complejidad, con sede en Santa Rosa, que ya es referencia a nivel regional por la calidad de sus prestaciones.
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