Para un lugar como la provincia de La Pampa, y otros sitios de producción agrícola en la Argentina, es importante poner atención a estas referencia, porque Australia ‘compite’ con los bienes agrícolas argentinos.
El informe, publicado por los investigadores de QUT y el Centro de Excelencia en Biología Sintética ARC Madeline Smith**, Dr. Jerome Ramírez y el profesor Ian O’Hara, señala que “ahora es el momento de que Australia actúe, o se arriesgue a perder la capacidad de competir en este mercado global de rápido crecimiento”.
El Foro Mundial de Bioeconomía predijo que la bioeconomía mundial, actualmente valorada en 4 billones de dólares, crecerá a 30 billones de dólares para 2040, lo que sería un tercio del valor económico mundial total.
La bioeconomía incluye la actividad económica que utiliza recursos biológicos, como plantas, animales y residuos orgánicos, para producir alimentos, energía y materiales de forma sostenible. La bioeconomía tiene beneficios para la economía, el medio ambiente y la sociedad, sostiene el informe universitario australiano.
“Es un momento crucial de transformación económica para Australia, que está impulsada por el cambiante mercado global, los rápidos avances tecnológicos y el avance hacia una economía baja en carbono”, dijo el profesor O’Hara.
Muchos países -sostiene el reporte-, incluida la mayoría de las economías del G20, ya han desarrollado estrategias nacionales de bioeconomía que están proporcionando un punto focal para la acción gubernamental coordinada que desbloquea la inversión corporativa.
“Sin un esfuerzo unificado y un enfoque estratégico por parte del gobierno, la industria y los socios investigadores, Australia corre el riesgo de perder la oportunidad de competir eficazmente en este mercado”, dijo O’Hara.
“Nuestra investigación, educación e innovación de clase mundial son fortalezas clave que pueden apuntalar el avance del desarrollo de la bioeconomía de Australia”.
El informe identifica las principales oportunidades de crecimiento económico para Australia, incluida la biofabricación de productos y materiales sostenibles, el aporte de valor a las industrias primarias de Australia, el desarrollo de nuevos alimentos y forrajes y la fabricación de combustibles líquidos bajos en carbono y gases renovables.
“Como ejemplos, Australia está a la vanguardia del desarrollo de nuevos ingredientes alimentarios, incluidas las proteínas producidas a través de la fermentación de precisión, y tiene el potencial de liderar el desarrollo de combustibles de aviación sostenibles a partir de subproductos de la industria agrícola”, expresó O’Hara.
“Australia tiene uno de los mejores recursos de biomasa del mundo, lo que proporciona una gran ventaja en el desarrollo de estas industrias. Al desbloquear el valor de estos recursos, podemos agregar valor a la agricultura australiana y hacer crecer nuevas industrias de biofabricación en áreas regionales”.
Para el éxito, indicó el informe de la institución australiana, será fundamental el desarrollo de instalaciones a gran escala para trasladar mejor la investigación del laboratorio a la escala comercial.
A modo de ejemplo, la recientemente mejorada Planta Piloto de Bioproductos Renovables QUT Mackay, con sede en la región de Greater Whitsundays de Queensland, está apoyando a la industria azucarera para diversificarse en una gama más amplia de productos de valor agregado, sin embargo, se necesita prestar más atención a este aspecto tan importante de la ampliación y traducción de la tecnología.
Recomendaciones #
El informe hace cinco recomendaciones clave para avanzar en la bioeconomía de Australia:
Desarrollar una estrategia nacional de bioeconomía: Evalúe las capacidades, priorice el crecimiento e identifique estrategias para los beneficios del mercado, la fuerza laboral y la región.
Cultivar materias primas de bioeconomía de clase mundial, económicas y escalables: Invertir en el desarrollo de materias primas y optimizar las cadenas de suministro de la granja al mercado.
Construir infraestructura para escalar soluciones de bioeconomía: Financiar la infraestructura piloto y precomercial de biofabricación.
Aumentar las habilidades de la fuerza laboral de la bioeconomía: Ampliar los programas de educación y capacitación con un enfoque en el desarrollo regional.
Invertir en investigación, desarrollo y traslación de la bioeconomía: Establecer programas de investigación colaborativos a gran escala.
El informe identifica las oportunidades clave para que la bioeconomía australiana diversifique las fuentes de ingresos dentro de las industrias primarias y los agronegocios a través del valor agregado en tierra y el desarrollo de industrias emergentes y nuevos mercados dentro de un futuro bajo en carbono.
Sin embargo, advierte que también hay barreras y desafíos por delante. El informe destaca la necesidad de una estrategia nacional de bioeconomía clara e integral, un acceso confiable y sostenible a las materias primas, una fuerza laboral calificada y adaptable y programas específicos para transferir la investigación innovadora al éxito comercial.
- El artículo Growing Australia’s Bioeconomy fue publicado en el sitio web de la QUT.