Los investigadores utilizaron escáneres cerebrales para investigar qué regiones del cerebro de los ratones responden a los olores de la comida y lograron identificar un nuevo grupo de células nerviosas en el tabique medial del cerebro. Estas células nerviosas responden a la comida en dos pasos: cuando el ratón huele la comida, las células nerviosas se activan y crean una sensación de saciedad. Esto ocurre en pocos segundos porque las células nerviosas están conectadas directamente al bulbo olfatorio. Las células nerviosas reaccionan a diferentes olores de comida, pero no a otros olores. Cuando los ratones comenzaron a comer, las células nerviosas se inhibieron. En general, los ratones comieron menos cuando estas células nerviosas estaban activas previo a la ingesta.
“Creemos que este mecanismo ayuda a los ratones salvajes a protegerse de los depredadores. Al comer durante periodos más cortos, reducen sus posibilidades de ser capturados», explicó Janice Bulk, primera autora del estudio.
El sobrepeso altera la percepción #
¿Y en los humanos? #
“Nuestros hallazgos resaltan lo crucial que es considerar el sentido del olfato en la regulación del apetito y en el desarrollo de la obesidad. Nuestro estudio muestra cuánto nuestros hábitos alimenticios de la vida diaria están influenciados por el olor de la comida. Dado que descubrimos que la vía solo reduce el apetito en ratones delgados, pero no en ratones obesos, nuestro estudio abre una nueva forma de ayudar a prevenir comer en exceso en la obesidad”, dijo Sophie Steculorum, jefa del estudio y líder del grupo de investigación en el Instituto Max Planck para la Investigación del Metabolismo.
- El artículo A food-sensitive olfactory circuit drives anticipatory satiety (Un circuito olfativo sensible a los alimentos impulsa la saciedad anticipada) fue publicado en Nature Metabolism. Autores: Janice Bulk, Joscha N. Schmehr, Tobias Ackels, Rui de Oliveira Beleza, André Carvalho, Ayden Gouveia, Lionel Rigoux, Vincent Hellier, Anna Lena Cremer, Heiko Backes, Andreas Schaefer & Sophie M. Steculorum