En un artículo firmado por Andrés Fernández nos recuerdan que la circulación de alimentos contaminados representa un riesgo para la población. Por su impacto económico en los sistemas de salud, a nivel mundial cada vez se destinan más recursos para implementar sistemas de monitoreo y control viral.
En la mayoría de los países, esa vigilancia también alcanza a los productos importados. Sus normativas exigen una certificación que acredite la ausencia de norovirus (NoV) y del virus de la hepatitis A (HAV) para todo elemento procedente del exterior destinado al consumo humano.
El dato adquiere relevancia si se considera que Argentina es el segundo mayor productor de arándanos en América del Sur y el tercero de frutillas. Exporta a más de 25 mercados internacionales y prácticamente toda su producción se vende como fruta congelada para fabricar mermeladas, salsas, jugos y licores.
Actualmente diversos laboratorios en el país ofrecen ese servicio, pero con técnicas caseras (in house) y sin validación bajo las exigencias de la normativa internacional. Esto provoca una falta de trazabilidad en el proceso, así como una incapacidad de estandarizar los métodos.
Si bien es factible importar kits de detección de virus, estos no contemplan el tratamiento preanalítico de la matriz alimentaria, un procesamiento previo al análisis pero vital para garantizar la fiabilidad de su resultado.
Para subsanar la ausencia de un kit accesible, profesionales del Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella” (Inviv), de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, junto con la firma DETx MOL trabajan en el desarrollo de un ensayo de detección molecular para norovirus, virus de la hepatitis A y virus de la hepatitis E en alimentos.
El proyecto fue uno de los cinco seleccionados para acceder a financiamiento del Fondo para la Innovación Tecnológica y Social de la UNC (FITS), que gestiona la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica de la UNC.
En última instancia, la clave de la iniciativa es proveer al mercado una herramienta creada localmente, a precios accesibles y convalidada por las reglamentaciones internacionales.
La inclusión del virus de la hepatitis E obedece a dos motivos. Primero, porque es endémico en países como India y China. A nivel internacional, actualmente se analiza incluirlo entre los patógenos bajo monitoreo.
Segundo, porque existen evidencias científicas de su circulación en Argentina. Viviana Ré, la directora del proyecto, fue una de las investigadoras que hace una década confirmó su presencia en la provincia de Córdoba. En aquel entonces, su trabajo concluyó que al menos el 4,4% de la población había estado en contacto con él alguna vez en su vida.
Un detector de huellas digitales genéticas #
Existe un sinnúmero de vías a través de las cuales un virus puede llegar hasta los productos que se consumen diariamente. Una es el agua que se utiliza para limpiar o regar plantas y verduras. Otra es la manipulación sin las precauciones apropiadas por parte de personas infectadas.
Si bien estas partículas patógenas no pueden reproducirse, son muy resistentes y bastan unas cuantas para desencadenar infecciones.
El kit diagnóstico en el que trabajan el Inviv y DETx MOL contendrá los reactivos tanto para la preparación de los alimentos (procesamiento preanalítico), como para su análisis (detección molecular de los virus por PCR). Incluirá, además, un protocolo detallado de los pasos y tareas a cumplir en cada instancia del procedimiento.
La elección de metodologías moleculares obedece a que ese tipo de análisis tienen una precisión extrema: están diseñados para detectar la presencia del código genético de los virus.
Uno de los desafíos que ya resolvió el equipo es identificar múltiples virus y sus distintos genotipos de manera simultánea y en un único procedimiento. Técnicamente estos ensayos se denominan “multiplex” y ese abordaje es condición excluyente para que el kit sea comercialmente viable.
Dado que el ensayo rastrea el ácido nucleico de estos agentes patógenos, el primer paso en el proyecto fue construir una exhaustiva base de datos con su información genética y la de todas sus variantes a monitorear.
Esa tarea implicó relevar las secuencias de nucleótidos de cada uno de los genotipos en registros internacionales verificados, algo así como crear un álbum con sus huellas dactilares genómicas.
Esa etapa ya concluyó y con esos datos se diseñaron y ajustaron los “primers”, componentes clave en la técnica qPCR (reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real) que utilizará el kit.
Desarrollada en la década de 1980, la PCR se utiliza para amplificar material genético. En términos simples, genera millones de copias a partir de una sola molécula inicial. Su ventaja es la precisión. Por escaso que sea el ADN presente, será detectado y multiplicado exponencialmente hasta tornarlo visible mediante equipos especiales.
DETx MOL #
Radicada en Rosario, provincia de Santa Fe, la firma de base tecnológica se especializa en el diseño, optimización, validación y producción de kits moleculares para el diagnóstico de enfermedades infecciosas y genéticas en humanos.
La empresa cuenta con certificación para sistemas de gestión de calidad, tanto a nivel general (ISO 9001:2015), como para la fabricación de productos médicos (ISO 13485:2019). Además posee habilitación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) como empresa fabricante.
Un dato a destacar es que parte de sus profesionales son investigadores de CONICET y profesores del área de Virología de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario.
La principal ventaja de la asociación del Inviv con DETx MOL radica en su experiencia en la producción de este tipo de kits multiplex. La asociación entre ambas instituciones obedece, además, a la relación de cooperación técnico-científica que vienen construyendo en los últimos años.
Actualmente, parte del equipo del Inviv se encuentra en las instalaciones de la firma santafesina. Allí trabajan en la optimización de los reactivos y la técnica. Además del asesoramiento técnico provisto por sus profesionales, DETx MOL cuenta con la infraestructura necesaria para realizar pruebas adicionales, ensayos de precisión y ajustar la sensibilidad, especificidad y el límite de detección de la técnica.
Ámbito de aplicación: Industria de la alimentación – Argentina
Dirección: Viviana Ré – Instituto de Virología “Dr. J. M. Vanella” – Facultad de Ciencias Médicas – UNC
Equipo de trabajo: María Belén Pisano, Silvia Nates, Verónica Prez, Guadalupe Di Cola, Anabella Fantilli y Bianca Filoni
Fondos asignados: $10 millones de pesos más beca por ocho meses
Contraparte: DETx MOL S.A.
Área de conocimiento: Área de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnológicas
El “Fondo para la Innovación Tecnológica y Social de la UNC” (FITS) es un esquema de financiamiento de la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica de la UNC diseñado para promover la vinculación de actores del sistema científico-académico con la sociedad y el ecosistema emprendedor. La convocatoria 2024 distribuyó 70 millones de pesos entre los cinco proyectos de investigación aplicada que resultaron seleccionados entre las 46 iniciativas postuladas.