Los anillos alrededor de NGC 1514 fueron descubiertos en 2010, pero ahora Webb permite a los científicos examinar exhaustivamente la naturaleza turbulenta de esta nebulosa.
Esta escena se fue ‘materializando’ por al menos 4000 años y seguirá cambiando durante muchos milenios más. En el centro se encuentran dos estrellas que aparecen como una sola en la observación del Telescopio Webb; se distinguen por sus brillantes picos de difracción. Las estrellas siguen una órbita estrecha y alargada de nueve años y están envueltas en un arco de polvo representado en naranja.
¿Y esa forma de reloj de arena? #
Las observaciones del Telescopio Webb muestran que la nebulosa se encuentra en un ángulo de 60 grados, lo que la hace parecer como si se estuviera vertiendo algo, pero es mucho más probable que NGC 1514 tenga la forma de un reloj de arena con los extremos recortados. Se advierten indicios de una cintura estrecha cerca de las esquinas superior izquierda e inferior derecha, donde el polvo es naranja y se desplaza en forma de V poco profunda. Cuando esta estrella se encontraba en su punto máximo de pérdida de material, su compañera podría haberse acercado mucho, dando lugar a estas formas inusuales. En lugar de producir una esfera, la interacción es probable que haya formado anillos.
La red de estructuras moteadas #
Los dos anillos de la nebulosa se ven iluminadas de manera desigual en las observaciones entregadas por el Telescopio Webb, y se advierten más difusos en la parte inferior izquierda y superior derecha. También se ven borrosos o texturizados. Los científicos creen que los anillos están compuestos principalmente por diminutos granos de polvo que, al ser alcanzados por la luz ultravioleta de la estrella enana blanca, se calientan lo suficiente como para ser detectados por el Telescopio Webb. Además del polvo, el telescopio también reveló oxígeno en su grumoso centro rosado, especialmente en los bordes de las burbujas o agujeros.
NGC 1514 también destaca por los faltantes. El carbono y sus versiones más complejas, un material similar al humo conocido como hidrocarburos aromáticos policíclicos, son comunes en las nebulosas planetarias (capas en expansión de gas brillante expulsadas por estrellas en etapas avanzadas de su vida). Ninguno de estos materiales ha sido detectado en NGC 1514. Es posible que las moléculas más complejas no hayan tenido tiempo de formarse debido a la órbita de las dos estrellas centrales, que mixturó el material expulsado. Una composición más simple también implica que la luz de ambas estrellas llega mucho más lejos, razón por la cual observamos los tenues anillos con forma de nube.
¿Y esa estrella azul brillante que vemos abajo a la izquierda, con picos de difracción ligeramente más pequeños que las estrellas centrales? Tranquilos, los científicos, como expertos en la descripción de un cuadro, nos indican que no forma parte de esta escena. De hecho, la estrella está más cerca de nosotros.
Esta nebulosa planetaria ha sido estudiada por astrónomos desde finales del siglo XVIII. El astrónomo William Herschel observó en 1790 que NGC 1514 fue el primer objeto del cielo profundo que apareció genuinamente nublado; no pudo distinguir lo que vio en estrellas individuales dentro de un cúmulo, como otros objetos que había catalogado. Ahora, gracias al Telescopio Webb, nuestra visión es considerablemente más nítida.