La belleza de esta imagen combina imágenes tomadas con tres filtros diferentes por la Wide Field Camera 3 del Hubble, destacando la emisión de átomos de hidrógeno, azufre y oxígeno. La imagen muestra solo una pequeña fracción de la Nebulosa del Velo; si se pudiera ver toda la nebulosa sin la ayuda de un telescopio, sería tan amplia como seis lunas llenas colocadas una al lado de la otra.
Aunque esta imagen capta la Nebulosa del Velo en un momento único del tiempo, ayuda a los investigadores a entender cómo evoluciona el remanente de supernova a lo largo de décadas. La combinación de esta instantánea con las observaciones del Hubble de 1994 revelará el movimiento de los nudos y filamentos de gas individuales a lo largo de ese lapso de tiempo, lo que mejorará nuestra comprensión de esta impresionante nebulosa.